1 dic 2010

LA CANCIÓN DESCONOCIDA ¡Adelante!

ADELANTE ó ¡ADELANTE! Marcha patriótica.

Análisis. Transcripción. Historia. Autores. Mitos. Hipótesis.
Por Marcelo O. Martínez.

Nota: las imágenes se amplian haciendo clic sobre las mismas.
Lectura rápida: los textos resaltados en negritas resumen las ideas principales.


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Voz: Carlos Gardel. Acompañamiento: Guillermo Desiderio Barbieri – José Ricardo (guitarras). Disco Nº: sin número, muestra-invendible. Matriz Nº 2811 (lado A del disco) 2811 1 (lado B).  Sello Editor: Nacional Odeón Argentina. Fecha de grabación: 1925.  Lugar: Buenos Aires (Argentina). Total de maquetas grabadas: 2. Publicadas: inédito. Música: Emiliano Antonio Iribarne (Montevideo 17-1-1901, Buenos Aires 17-8-1957), con posible colaboracion de Mario N. Valdez. Letra: José César Barros Montero (Buenos Aires, 8-8-1899 / 30-5-1956), del mismo autor Gardel grabó el tango “Maldita visión”.


L a gran importancia de esta marcha patriótica, grabada a principios de 1925, reside en que es la primera y única que Gardel realizara en toda su carrera. La placa nunca se comercializó, de modo que quedó impreso un único disco, etiqueta blanca, Nacional Odeón, “muestra invendible”, con una versión distinta en cada cara (matrices 2811, y 2811-1), atesorado por el coleccionista Ángel Evaristo Olivieri. 

         Durante años se fueron generando un sinfín de especulaciones y malentendidos sobre su contenido. Se dijo, por ejemplo, que el autor era Arturo Jauretche, u Homero Manzi, o ambos. Se dijo que se trataba de un himno dedicado al presidente Hipólito Yrigoyen, manifestando la adhesión de Carlos Gardel y José Razzano con esa facción del radicalismo. Otros fueron aún más lejos y afirmaron que se trataba de la versión gardeliana de la popular "Marcha Radical", cuyos versos comienzan:
¡Adelante radicales!
¡Adelante sin cesar!
Viva Hipólito Yrigoyen
y el Partido Radical.
         Indagaremos el origen de la composición, contenido, autores e intentaremos discernir entre datos correctos y equívocos. Con el objetivo de abrir nuevas investigaciones, propondremos dos hipótesis: una con respecto al significado de la marcha y otra acerca de los motivos por los cuales permaneció sin editar.

La letra / transcripción 

         Tuvieron que pasar 47 años para que se publicara por primera vez la letra completa de “¡Adelante!”, [revista "Estudios de tango" nº 7, p. 313], establecida y comentada por el historiador Héctor Ernié, quien tuvo acceso a la audición del disco. Esos versos se reprodujeron en algunos artículos sobre tangos patrióticos [P.E.“Tango, un siglo de historia”, t. II, p. 394,  Perfil, 1980], y en algunas recopilaciones [P.E. “Compilación poética”, P. Arias y L. Capristo, t. I, p. 281, Corregidor, 2003].  
         La transcripción de la letra que proponemos aquí, difiere ostensiblemente de la realizada por Héctor Ernié, transcripción que fuera utilizada hasta el día de hoy. El primer párrafo, por ejemplo, Ernié lo tradujo de la siguiente manera:
Reclutado por su valentía,
fue a mostrar libertad al oprimido,
al gobernado y caído
ante mí todo aturdía.
Admirado con gracia adolescente
y olvidando al insolente pavoroso
con acento harto animoso,
reclutando a nuestra gente.
         La actual tecnología, de la que se carecía en los años ‘70, nos permite aplicar filtros, relentizar y separar cada frase y aislar cada sonido. Tras incontables escuchas podemos afirmar que la que exponemos a continuación, es la transcripción más fiel posible:
Letra original                                                                                Modificaciones de Gardel
Reclutados en memorable día, 
fuimos a libertar al oprimido,
al pueblo hermano y caído,                v1 [y querido]
¡con sin igual gallardía!                        
A mi lado iba un casi adolescente,
que olvidando el momento doloroso,
con acento harto animoso
le gritaba a nuestra gente:

¡Adelante, ved sin vacilar!
sin temor, a pelear.
Buscad que eterna es la gratitud
–¡heroica juventud!–.
¡Que los que hoy libertas repitan:
al gran pueblo argentino, salud!
¡Adelante, ved sin vacilar!
sin temor, a pelear.

Peleó como un valiente a mi lado,
con tesón defendiendo la bandera,
hasta que una bala certera,
lo tumbó ensangrentado.
Y al morir, recordando a la viejita,
que en el pueblo lejano lo lloraba,
con su voz casi apagada...
lentamente aún decía:

¡Adelante, ved sin vacilar!
sin temor, a pelear.
Buscad que eterna es la gratitud
–¡heroica juventud!–.
¡Que los que hoy libertas repitan:
al gran pueblo argentino, salud!
¡Adelante, ved sin vacilar!
sin temor, a pelear.

Las grabaciones
 
         Gardel luce una voz impostada –broncínea, teatralizada, potente–, imitando a su admirado Titta Ruffo, al estilo viril de un barítono heróico ó helden baritone. José Ricardo y Guillermo D. Barbieri le acompañan con sus guitarras, simulando el repiqueteo de campanas triunfales o el redoble de tambores, logrando sonar casi como un piano (la partitura original fue compuesta para piano).
         Las dos grabaciones son muy similares. Como era habitual, la segunda versión tiene un ritmo más rápido que el de la primera que le imprime un aire más marcial. Al cantar la primera vez, Gardel dice “al pueblo hermano y querido”, que luego corrige por “al pueblo hermano y caído”.

Aquí se pueden escuchar esos fragmentos, relentizados para apreciar las variantes:


Versión 1: “al pueblo hermano y querido”


Versión 2: “al pueblo hermano y caído”

 
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Nota: Las grabaciones tienen un sonido muy malo; ello se debe, en parte, a la forma en que fueron obtenidas dichas grabaciones, tal y como se explica hacia el final del presente artículo.

Dedicada a Agustín P. Justo.

A. P. Justo, en la época de "¡Adelante!"
         La partitura de "¡Adelante!", escrita para piano, está dedicada al General de Brigada Agustín Pedro Justo, Ministro de Guerra de la República, cargo que ocupó hasta el final de la presidencia de Alvear. Siendo que los autores eran militantes pro-Yrigoyenistas, resulta extraño que hayan dedicado su canción a un partidario del "antipersonalismo", aquella rama de la Unión Cívica Radical creada en 1924 para oponerse a la dirigencia de Hipólito Yrigoyen. Sin embargo, ambos dirigentes eran masones, y los ideales de la Hermandad les unían.

         El General Justo llegaría a gobernar el país entre 1932 y 1938, sucesor del presidente de facto, general José F. Uriburu. Dicho período suele denominarse como "Década Infame", debido al alto grado de corrupción, inestabilidad y violencia que caracterizó a la política de aquellos años.

Hipótesis I: ¿Es un homenaje gardeliano al Tambor de Tacuarí?
         Analizando el texto, comprobamos que es un homenaje al sacrificio patriótico de un muchachito que pierde la vida durante alguna batalla de la independencia argentina. ¿Se tratará de la Batalla de Tacuarí? En esa histórica batalla cae abatido Pedro Ríos, de 12 años de edad, mientras se desempeñaba como tamborillero, harengando a las tropas del General Manuel Belgrano. El propio Belgrano le evoca en sus memorias, considerando que es “el recuerdo más hermoso” de su vida militar. Desde 1911 se honra ese heroísmo en todas las escuelas, recordando ese "memorable día" (9 de marzo de 1811). 
         Existen varios paralelismo entre la letra de “¡Adelante!” y la historia del Tambor de Tacuarí. Belgrano emprende la campaña para extender la revolución independentista a Paraguay: "fuímos a libertar al oprimido, al pueblo hermano y querido". En un alto de sus tropas, aceptó llevar en sus filas al menor de edad, para servir como lazarillo al Mayor Celestino Vidal, quien había perdido gran parte de la vista durante una explosión en un combate anterior. La canción dice: "A mi lado iba un casi adolescente", por lo que el narrador podría ser nada menos que el propio Celestino Vidal.
         Parapetados a la vera del río Tacuarí, el Mayor Vidal dirigía la batalla. Pedrito, era el que animaba y transmitía con sus redobles las acciones y posiciones que debían tomar los soldados ("Peleó como un valiente a mi lado, sin temor defendiendo a la bandera"). Hasta que una bala certera lo tumba ensangrentado.
         El pueblo lejano donde “su viejita lo lloraba" debería ser el pueblo natal de la familia Ríos: Yaguareté-Corá (hoy Concepción), ubicado en la provincia de Corrientes, a unos centenares de kilómetros del lugar del enfrentamiento.
         Son muchos los poetas y cantores que han recordado la gesta. Rafael Obligado, por ejemplo, escribe:
"¡Libertad! ¡Independencia!"
parecía repetir
a los héroes de dos pueblos,
que entendiéndose por fin,
se abrazaron como hermanos;
y se cuenta que de ahí
por América cundieron,
hasta en Maipo, hasta en Junín,
los redobles inmortales
del tambor de Tacuarí.
         Más adelante expondremos una serie de hipótesis barajadas respecto del sentido real de esta marcha. Pero si estamos en lo cierto, y esta canción es una elegía de Carlos Gardel dedicada a Pedro Ríos, lo descubrimos justo cuando se cumple el bicentenario, y las autoridades argentinas han decreto el 2011 como: “Año Nacional del Tambor de Tacuarí”, y el 9 marzo: “Día del Niño Argentino”.

Confusiones acerca del autor de la letra
         Con respecto a la autoría de los versos, el señor Ernié, en su citado artículo de febrero de 1972, los atribuye a José C. Barros, mientras que Luis Carlos Alén Lascano lo identifica con el “yrigoyenista José Constantino Barro”. [“El Proceso Nacional de 1928”, revista Todo Es Historia nº 137, oct. 1978. También en “Homero Manzi: Poesía y Política”, Todo Es Historia nº 46, feb. 1970, p. 14.]

         José Constantino Barro (1906-1983) era abogado, militante radical pro-Yrigoyen, fundador de F.O.R.J.A. y gran amigo de Homero Manzi y Arturo Jauretche; llegó a ser Secretario de Industria y Comercio durante el primer gobierno peronista.

         A partir de aquí muchísimos autores de prestigio, trasladarían este dato en sus artículos. Por ejemplo, el “Primer Diccionario Gardeliano” [Ed. Corregidor, 1985], hace breves citas de la canción, descartando que se trate de una marcha radical, pero identifica al autor con el ex ministro peronista (pp. 14, 28). Ricardo M. Horvath, en su muy recomendable “Esos malditos tangos”, [Ed. Biblos, 2007], atribuye la autoría a Barro, Manzi y Jauretche, sin embargo admite desconocer la grabación, incluso pone en duda de que exista (pp. 73-74).
  
         Debemos entonces hacer una puntualización muy importante: José Constantino Barro nada tiene que ver con la autoría de la letra.
         Al confundirlo con el verdadero autor, se arribó a dos hipótesis erróneas:
                          I.  asignar a la canción un contenido político, pro–Yrigoyenista.
                         II.  suponer la colaboración creativa de Homero Manzi y Arturo Jauretche. 

El verdadero autor de la letra: José César Barros Montero
         Quien arrojó luz sobre el asunto fue señor Orlando del Greco al publicar “Carlos Gardel y los autores de sus canciones” [Ed. Akian, 1990, pp. 35 y 196]. Constató en los registros de S.A.D.A.I.C. (expediente 29.805, 10 enero 1935) que la autoría de la letra pertenece a José César Barros Montero, y la música al pianista Emilio Antonio Iribarne. Del Greco entrevistó, uno por uno, a todos los autores (o a sus familiares) que habían compuesto alguna canción grabada por Gardel. A pesar de algunos errores, sigue siendo un  trabajo documental imprescindible. Lo realizó de manera particular, por amor a la música del Maestro. Como suele suceder, ningún editor quiso arriesgarse a publicar el material. Al fin, fue el coleccionista Héctor Lucci quien aceptó el desafío y además, acorde con la importancia del contenido, lo hizo con la mejor encuadernación y gran profusión de fotografías, en una tirada limitada, númerada y rubricada. Por fortuna, hoy todos los lectores interesados disponen del libro completo a través de una versión digital que fue cedida a la web http://www.todotango.com/

Datos biográficos del autor
         Una vez que queda claro que el autor de la letra es José César Barros Montero podemos hacer una reseña de su vida.

         José C. Barro (el ministro) y José C. Barros (el verdadero autor de "¡Adelante!", a quien llamaremos a partir de ahora B. Montero, para evitar más confusiones) son dos personas muy distintas, pero unidas por una serie de coincidencias que ocasionaron la confusión. 

         Además de poseer el mismo nombre, la misma letra inicial en el segundo y apellidos casi idénticos (Barro-Barros), se sumó el hecho de que B. Montero escribiría un libro sobre comercio exterior: “Nuestra representación exterior”, oficio desempeñado por el ministro peronista.

         J. C. Barro (el político) y B. Montero (el artista) tenían dos amigos en común, que militaban en las filas radicales: Emilio Iribarne, y su primo Mario N. Valdez. Ambos eran pianistas y compusieron un tango instrumental: “¡¡Firme en la brecha!!”, que dedicaron “al Doctor Hipólito Irigoyen con todo afecto”, según reza la partitura impresa. Por lo tanto se supuso que el co-autor de "¡Adelante!" debía ser el joven llamado José Barro, que militaba en el comité radical universitario, junto a Iribiarne, Valdez, y también junto a Manzi y Jauretche, y por lo tanto "¡Adelante!" tendría que tener un contenido pro-yrigoyenista.
         Pero la vida de B. Montero, siete años mayor que José Barro, nunca estuvo vinculada a la militancia política, sino a la prensa, la radio, la representación artística y los claustros universitarios... y en todo caso, su ideología era más próxima al conservadurismo que a las revueltas populares. 

         En su juventud repartía tiempo entre el estudio de ciencias sociales, historia, derecho e idiomas, mientras trabajaba como columnista para el diario El Mundo, revista Patria, y otras publicaciones, donde firmaba a veces con el pseudónimo “Alcazar de Montero”. 

         En la década del ’20 se interesa por la naciente radiofonía. Su gran capacidad organizativa y preparación cultural lo llevan a trabajar en la LOY Radio Nacional, junto al señor Blanco. Dicha emisora funcionaba desde el 9 de julio de 1923 en una típica casona del Barrio de Flores (Avenida Boyacá, 472), propiedad de sus fundadores, R. Manuel Penela, Raúl Varando y Ernesto López Barrios (¡a quien tampoco debemos confundir con Barros Montero!). 
         Hacen el esfuerzo de mantenerla en el aire hasta que el 5 de febrero de 1927 venden la licencia a un inmigrante nacido en Sofía: Jaime Yankelevich. Pasa entonces a llamarse LR3 Radio Nacional (hoy Radio Belgrano) y se trasladada a la calle Estados Unidos 1.816. Bajo la dirección artística de Pablo Osvaldo Valle, verdadero artifice de la radiofonía argentina (fue, además, co-autor del vals “Promesas” grabado por Gardel), la actividad hertziana ingresa en una etapa de gran expansión, basándose en el espectáculo musical y el entretenimiento. 

         El incesante tránsito de celebridades le permite a Montero entablar contacto con todos los personajes populares de cada época: Cadícamo, Canaro, Cobián, Eva Duarte, Niní Marshall… 

         Comienza a desarrollar su faceta compositiva y a interesarse en la representación de artistas nóveles. Su primer encargo fue traducir al francés la letra de “¡Oh, París!”, foxtrot de José Böhr (con letra de Juan Andrés Caruso), que Gardel también grabó, pero en castellano. Luego, junto a Böhr compone El narciso negro, foxtrot llevado a disco por la jazz-band dirigida por Francisco Canaro. Poco después facturan también el tango Labios pintados, estrenado en el Teatro Smart por Florindo Ferrario durante la obra “Historia triste de una mujer alegre”, de Alberto Ballerini, por la Compañía Blanca Podestá. Ambas canciones las grabó Ignacio Corsini con acompañamiento de guitarras (disco Nacional Odeón Nº 18425, lados B y A respectivamente).
 

Gardel y Yankelevich en Radio Nacional. (www.gardel.us)
         Justo en esas fechas, mediados de 1924, entra en contacto con Carlos Gardel, quien le es presentado por intermedio de Emilio Iribarne, un montevideano adinerado y habitué de la noche porteña que junto a su primo Mario N. Valdez, se dedicaban a componer la música y/o la letra para películas (mudas, claro), por lo general de origen extranjero (el astro les había grabado, el año anterior, los shimmys, “Nerón” y “Templo de Venus”, y el tango, “El consentido). Se reúnen en un bar de calle Corrientes al 800, iniciando una cordial amistad. De la veintena de composiciones de su autoría, el Morocho le graba la marcha “¡Adelante!” y el tango “Maldita Visión” (esta última sí se publicaría, y lleva música de Manlio Francia). 
         Después de 1925, la vida de Emilio Iribarne y su primo, siguió unida a la del cine, así como la de J. C. Barros Montero prosigue vinculada a las ondas. 

         En 1926 publica dos nuevos tangos: "Lazos de seda", con música de Ricardo Tanturi (grabado con los bandoneones de Laurenz-Blasco, RCA Victor, disco 79792 A) y "Sensitiva", música de César Petrone (disco 3663 B). 

          Continuó traduciendo canciones francesas que luego eran arregladas por orquestas locales y cantadas en español. En 1926 José Bohr grabó dos forxtrots, con letras de Barros Montero (firmados con el pseudónimo "A. de Montero"): "Para bailar"(disco 16140 B) y "El niño se me parece" (disco 16137 B). La música fue adjudicada a Carlos Alberto Sánchez, con arreglos de Héctor Jorge Pons, y lleva el acompañamiento del trío de Francisco Canaro. El binomio Sánchez-Montero también figura en la canción "Cenicienta", partitura editada en Perú, y que en realidad es una adaptación de "La Chanson de Cendrillon" de origen francés.


         En 1935 Pablo Valle convoca a B. Montero para incorporarlo al plantel de una nueva emisora: LR1 Radio El Mundo, inaugurada por el Grupo Editorial Haynes, cuya sede estaba en la calle Maipú. Con la invención de los radioteatros y la difusión de grandes orquestas y noticias en directo, pronto se convierte en el medio más popular de los años ’30, junto con Radio Belgrano y Splendid. En 1937, también por sugerencia de Valle, crea su propia “Agencia De Representación Artística” (A.D.R.A.), a través de la cual se gestionaban las contrataciones para Radio El Mundo y otras cadenas. 

         Un poco cansado del oficio se retira en 1946 para ejercer en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la U.B.A., primero en el puesto de Secretario Privado del Interventor Nacional y luego como Pro-secretario General. Participa o redacta varios artículos universitarios, relacionados con el derecho y la historia nacional (algunos títulos: Juicos históricos sobre el general San Martín formulados en Chile, 1947; Las ideas políticas de Mariano Moreno, 1946; Notas sobre Sor Juana Inés de la Cruz, 1953…) además del citado libro “Nuestra Representación Exterior”. 

         La intensa y contínua actividad le pasan factura a su salud; fallece a los 56 años. El 24 de marzo de 1952, pocos años antes de fallecer deja registrado su última obra musical, un canción titulada "Malena", la cual compuso íntegramente.

Hipótesis II: ¿Se trata de la banda musical para una película?

         Son varias las hipótesis de porqué nunca se publicó la marcha "¡Adelante!".
         Es muy probable que tanto Gardel como José Razzano considerasen que la marcha desentonaba con el resto de su producción discográfica y prefirieron descartarla. En verdad la temática de la canción, en donde un niño insita a seguir luchando mientras agoniza, podría parecer la antítesis de otras canciones de neto corte antibelicistas, como "Silencio". 
         Pero también hay otra posibilidad digna de consideración. El contenido de la letra, la profesión de sus autores, el rumor de que Gardel participó en el cine hacia 1924... son indicios que nos llevan a pensar que podría tratarse de un disco destinado al cine, que quedó sin publicar al truncarse el proyecto fílmico para el cual estaba destinado. Si fuera así, se trataría de un aporte más de Gardel al cine. 
         Es en 1925 cuando comienzan los primero intentos serios en Argentina para sincronizar las imágenes con la música a través de discos. En las partes de las películas donde el cantor entonaba una canción se ponía un disco. Así, en “Adiós Argentina”, toda la película transcurre en silencio hasta que Libertad Lamarque comienza a cantar en la pantalla la canción homónima, autoría de Gerardo Matos Rodríguez. En ese preciso momento un operador colocaba el disco en la sala. Finalizada la canción, la proyección proseguía en silencio hasta su final. Otro caso es el de Francisco Canaro, a quien se le encargó musicalizar en disco “Nobleza gaucha”, aquel primer gran éxito del cine autóctono, rodado en 1915.
         Gardel fue de los primeros en adivinar el futuro del cine como entretenimiento masivo; en esa época ya había comenzado a dar sus primeros recitales en radio, que multiplicaron de manera exponencial su popularidad. El próximo salto debía ser la gran pantalla. Quizás intentó primero hacer presente su voz en una película, siguiendo el consejo de B. Montero y de Iribarne, con amplia experiencia en música para radio y fílmes.  
         Iribarne y su primo componían partituras para orquestas o músicos que las ejecutaban en directo, durantes las proyecciones. ¿Es posible que la marcha “¡Adelante!” también haya sido escrita con ese fin? ¿El disco se habrá grabado para servir como apertura y cierre de alguna película que quedó trunca? 
         La letra sugiere que sería un film alusivo al niño-héroe de Tacuarí. Los motivos históricos fueron los preferidos del naciente cine argentino. La primera película argumental, 1908, fue “El fusilamiento de Dorrego”, seguida por “La revolución de Mayo” (1909), ambas de Mario Gallo, verdadero precursor que persistió en temas afines: “Güemes y sus gauchos”, “La Batalla de Maipú” y “La Batalla de San Lorenzo”… Barajó filmar “La Batalla de Tacuarí”, pero lo cierto es que recién fue a fines de los ‘40 cuando se estrenó “El Tambor de Tacuarí”, con la dirección de Carlos Borcosque, musicalizada por Juan Ehlert. (El papel principal lo interpreta el  adolescente Juan Carlos Barbieri.)

         Hacia 1925, Hugo Wast terminaba de escribir su novela "Myriam, La Conspiradora", dando inicio a una trilogía sobre las guerras de la independencia argentina. Wast era autor de "Flor de Durazno", aquel gran éxito que Francisco Defilippis Novoa adaptara al cine, en donde actuó Carlos Gardel. En abril de 1924 se estrenaba el film “La Loba” rodada por Novoa, con parte del elenco de "Flor de Durazno". Muchos testimonios afirman que Gardel participó también en esa película (hoy perdida). Es un mero rumor, pero es probable que se fundamente en el hecho de que Gardel colaborara en algún estreno de esos años. Esa “contribución” bien podría haber sido una composición musical, pero luego la fantasía del rumor fue en aumento hasta inventar una "aparición del gran astro en la pantalla".
 
         Creemos que es una hipótesis viable para abordar en futuras investigaciones, pues existen varios elementos coincidentes: interés de Gardel por los mass media, experimentos musicales, preferencias por el cine histórico, una letra de contenido histórico escrita por un historiador, un músico especializado en partituras para películas… Y el rumor, insistente, reiterado, de Gardel participando en un estreno de mediados de los años '20.


Hipótesis III: ¿Un homenaje a la Revolución del '90?

         Dejamos reseña de otras lecturas que se han propuestas para desentrañar esta abstrusa letra.

         Se asegura que se trata de un homenaje a la Revolución Radical promovida por Hipólito Yrigoyen, el 4 de febrero de 1905. Manuel Quintana había llegado a la presidencia en 1904, como representante de la oligarquía estanciera y del Partido de Nacional del presidente Julio A. Roca; eliminó de Ley Electoral para perpetuarse en el poder. La llamada “Revolución Radical” se declaró al año siguiente de manera simultánea en las principales ciudades del país. La participación de organizaciones civiles, políticas y militares, fue muy activa, destacándose en especial las ligas masónicas, sociedad secreta a la que pertenecía Yrigoyen y varios de los militares involucrados. La intentona fue rápidamente abortada —debido a una serie de traiciones internas— y sus principales cabecillas militares fueron encarcelados y deportados a Ushuaia. Muchos civiles y dirigentes sindicales resultaron fusilados.  

          Lo que sugiere que "¡Adelante!" sea un homenaje o recordatorio de aquellos sucesos es que se grabó hacia febrero de 1925, cuando se cumplía el vigésimo aniversario.

        Dicha revuelta se produjo en el mismo período en que supuestamente Gardel estuvo detenido en Ushuaia, donde pudo conocer a varios de los militares rebeldes, entre ellos a Eduardo Villanova, Horacio Tort,  Virgilio Avellaneda, Juan Ledesma, José Ávalos y Esteban García. Fue el teniente Eduardo Villanova quien aseguró conocer al joven cantor a bordo del SS Chaco, cuando regresaban desde el presidio del Sur, a comienzos de 1907 (ver más información AQUI).

Fotografía tomada y firmada en la cárcel de Ushuaia (de izq. a der.): Eduardo Villanova, Virgilio Avellaneda, Julián Rodríguez Várela, Horacio Tort, Juan B. Ledesma y José J. Ávalos. Según afirma Villanova, conocieron a Gardel en Ushuaia, durante el barco que los trajo de regreso a Buenos Aires, en comienzos de 1907.
         Ricardo Ostuni incluye esta marcha en su artículo sobre “Los tangos radicales” (6 marzo 2008), aunque en realidad este gran investigador desconocía la grabación y se basó en los versos iniciales que asignara S. Nicolás Lefcovich: “El clarín que vibrando está estridente / de la patria es el acongojado / que te llama joven soldado / a pelear valientemente”. Dichos versos están tomados del libro Estudio de la discografía de Carlos Gardel, [Edición de autor, anillada, 1985/87/88], donde se incluían los primeros de cada canción de la lista. Es indudable que Lefcovich (1926-2004) tampoco había escuchado el disco original –desconocemos porqué le asignó esos versos–, pero sí anota de manera correcta el nombre de ambos autores.

Hipótesis IV: ¿Un homenaje a Simón Radowitzky?

         Emparentada con la hipótesis anterior, existe otra que afirma que "¡Adelante!" es una marcha anarquista que homenajea a Simón Radowitzki, célebre preso de Ushuaia.

          El "memorable día" se refiere el 4 de mayo de 1909, cuando los trabajadores se reclutaron reuniendo más de 80.000 personas, pidiendo la renuncia del Jefe de Policía, coronel Ramón L. Falcón que había autorizado tres días antes la ejecución de ochenta camaradas.

          El adolescente protagonista de la canción sería Simón Radowitzky, joven obrero de 17 años quien el 14 de noviembre realizó un atentado que terminó con la vida de R.L. Falcón.
 
         Ejecutada la venganza intentó suicidarse de un disparo. El joven quedó desangrándose en el suelo esperando su muerte. "¡Al gran pueblo argentino, salud!", podría ser una metáfora del grito, "¡Viva el anarquismo!" que expresó Simón cuando la policía lo encontró, creyendo que lo matarían ahí mismo. Sin embargo fue llevado a un hospital y luego juzgado y condenado a muerte. Por ser menor de edad se conmutó la pena capital por prisión perpetua en la cárcel de Tierra del Fuego.

         Cuando fue escrita esta letra, en 1925, la figura del muchacho había cobrado gran valor entre la sociedad, sobre todo al difundirse en Buenos Aires que Simón estaba siendo  violado y torturado (algo que, por cierto, acurría a la mayor parte de los presos en el Sur).


         Hipólito Yrigoyen en campaña política anterior a su primer mandato (1916) había prometido indultar a Simón Radowitzky, palabra que cumplió en 1930 durante su segunda presidencia, pero lo condenó al destierro. Pocos meses después Yrigoyen era derrocado por los militares y asumía el poder Uriburu. Radowitzky debió huir y se instaló en Montevideo, hasta que en 1932 asume el presidente de facto Gabriel Terra. Le expulsan del país. Pide asilo en la Unión Soviética. Su solicitud es rechazada, y nuevamente cae prisionero siendo alojado en Isla de Flores.
         Teniendo en cuenta la ideología de José Barros Monteros, autor de la letra de "¡Adelante!", parece improbable que tanto la Revolución del '90 como las desventuras de Simón Radowitzky pudieran ser su fuente de inspiración. Se deja sin explicar porqué el disco quedó fuera de la venta. A pesar de ello, son dignas de consideración.


Hipótesis V: ¿Un homenaje a "Dominguito"?

         El historiador y filósofo tucumano, Juan Carlos Serquieros, ha propuesto que "¡Adelante!" pudiera ser un homenaje a Domingo Fidel Sarmiento, conocido como "Dominguito".

         Dominguito Sarmiento era hijo adoptivo, y quizás biológico, de Domingo Faustino Sarmiento, prócer argentino. Al estallar el conflicto bélico contra Paraguay, la llamada Guerra de la Triple Alianza que provocó uno de los mayores genocidios en suelo Sudaméricano, el muchacho se alistó en el ejército, a pesar de las protestas de su madre, Benita Martínez Pastoriza.
         El 22 de septiembre de 1866 cayó en la batalla de Curupayty. Tenía 21 años de edad. El mismo día de su muerte había escrito a su madre "Morir por la patria es darle a nuestro nombre un brillo que nada borrará, y no hay mujer más digna que aquella que, con heroica resignación, envió a la batalla al hijo de sus entrañas. Las madres argentinas transmitirán a las generaciones venideras el legado de nuestro sacrificio. "
          El cine reflejó una visión edulcorada de la vida de Dominguito a través del film "Su mejor alumno", 1944.
          La tesis iría en consonancia con las hipótesis I —es una elegía patriótica— y II —es una canción para un film patriótico que se abortó—. El único cuestionamiento que planteamos es que al momento de morir Dominguito ya era un adulto, en vez de un casi adolescente, como expresa la marcha "¡Adelante!", lo cual nos lleva a validar nuestra preferencia por asignar el protagonismo al niño héroe Pedro Ríos, Tambor de Tacuarí.

Mito I: Barro, Manzi y Jauretche como autores
 
         Para complementar nuestro análisis, daremos una breve relación biográfica de Barro, Manzi, y  Jauretche a fin de demostrar que ninguno de ellos intervino en la composición de “¡Adelante!”. 

         En la época en que Gardel graba la canción, José Constantino Barro era estudiante de derecho, junto con sus inseparables amigos Arturo Jauretche y Homero Manzione (Manzi), con quienes compartía lides en el Comité Universitario Radical. Hizo el servicio militar junto a Homero Manzi, en 1928. Ese año, Jauretche fue nombrado funcionario en el segundo mandato de Yrigoyen, pero sólo duró hasta 1930, cuando se produjo el primer golpe de estado encabezado por José Félix Uriburu, que dio lugar a la llamada Década Infame. Desde ese momento, Jauretche protagonizó la lucha callejera, combatiendo a mano armada con los insurrectos y desarrollando una intensa actividad política. 

         En 1930, Barro y Manzi fundan en Tucumán un comité Radical que llevaba el nombre: “Homero Manzione”. Al año siguiente, siendo los tres miembros de la comisión de prensa universitaria, publican “Tribuna Universitaria” que les cuesta la expulsión de la Facultad de Derecho y su encarcelación en Devoto, y posterior traslado a la cárcel de Las Heras. En 1934, ingresan a la logia de los Masones, Bernardino Rivadavia Nº 364.

En 1935, junto a los también masones Luis José Dellepiane y Gabriel del Mazo, fundan la famosa Fuerza de la Orientación Radical de la Joven Argentina, más conocida por sus siglas: F.O.R.J.A. 

         José Barro contrae matrimonio con Agueda García. 

         Durante el primer gobierno peronista, es nombrado Secretario de Industria y Comercio, cargo que desempeña entre 1946 y 1952. Fue uno de los directores el diario oficialista “Norte”, fundado en 1948 y clasurado en 1955. Tras el golpe de estado que derroca a Perón, integra el Consejo Coordinador y Supervisor del Peronismo, que organiza el propio ex-presidente desde su exhilio español. Edita el periódico clandestino “Retorno”, acompañado por otros ex altos funcionarios. Es testigo del regreso a la Argentina y muerte de su líder, la violencia del terrorismo, la crisis económica, el golpe de Estado, la cruenta dictadura y el retorno democrático, en 1983, que llega de la mano del radicalismo con Raúl Alfonsín. Ese mismo año Barro muere a la edad de 77 años, en su casa de calle Estados Unidos 3.402 y Virrey Liniers.

         Como vemos, la vida de Barro, Jauretche y Manzi está indisolublemente ligada desde la adolescencia. Como otra prueba de la gran amistad que los unía recordaremos una anécdota, de la época en que Barro era Ministro: en 1949 lo interpelaban en la Cámara de Diputados, y Manzi le escribía las respuestas en un papelito; después de varias preguntas, un poco molesto y risueño su amigo, el diputado Luis  José Dellepiane pidió, dirigiéndose a Héctor Cámpora: “Señor presidente, solicito que se ordene la presencia inmediata del músico Sebastián Piana [el famoso compositor] para que le ponga música a las palabras del Señor Ministro Constantino Barro!”. 

         Teniendo en cuenta estos antecedentes es lógico que los investigadores supusieran que Manzi y Jauretche habrían colaborado con su inseperable amigo, cuando Gardel le encargó escribir una canción.

         Pero basta con leer la composición “¡Adelante!” para darse cuenta de que carece de cualquier influencia de estos escritores. Manzi conoció a Gardel recién en 1927 –es decir, dos años después de que quedara registrada dicha canción–, comenzando una feliz colaboración artística. En cambio, Arturo Jauretche –que en su niñez había visto al dúo Gardel-Razzano, un día que actuaron en el cine-bar San Martín en la localidad bonaerense de Lincoln en 1913–, nunca tuvo interés en componer para el dúo, a pesar de mantener toda su vida una cordial amistad con don Pepe Razzano.
 
Mito II: Una marcha Radical
         La creencia que habían sido Barro-Manzi-Jauretche los autores de la canción contribuyó a considerarla como una grabación de neto corte Radical. Dicha suposición fue alimentada además por otras curiosas circunstancias.

         Ya desde fines del siglo XIX la Unión Civica se había dividido creando la Unión Cívica Radical, con Leandro N. Além a la cabeza y la Unión Cívica Nacional con Bartolomé Mitre. Além se suicidó en julio de 1895 y su muerte inspiró muchos versos de destacados payadores como José Betinotti y Gabino Ezeiza. También Mitre es citado por los trovadores, aunque en menor medida. 

         Con el surgimento de Hipólito Yrigoyen, hombre misterioso, de poco mitines pero combativo, soltero y discreto mujeriego, al que se le atribuyeron varios hijos ilegítimos, encarna una asociación de tipo movimiento cívico y muy emotivo más afín a la visión moralizante del tango; resulta pues natural que los tangueros le hayan dedicado más canciones a él que a cualquier otro político. 

         El yrigoyenismo representaba dentro del partido,a los “grises”, de clase media baja y trabajadores. La otra facción, los llamados "azules", de tendencia conservadora, tenían su representación en Marcelo Torcuato de Alvear.

         Varias canciones enzalzaron a uno u otro bando, citamos como ejemplo “La fórmula”, tango dedicado “a los doctores Marcelo T. de Alvear y Elpidio González”; y del otro lado, Saúl Salinas compone el estilo "El Triunfo Radical", festejando el triunfo de Yrigoyen en las primeras elecciones argentinas por voto secreto, del 2 de Abril de 1916; “¡Yrigoyen solo!” una adaptación de Irusta-Fugazot-Demare, con glosa de Jorge Kessaris sobre el famoso “¡Leguisamo solo” de Modesto Papávero; "Don Hipólito", de Carlos Percuoco con letra de Luis de Biase; "Otra vez el viejo", de Alfredo Eusebio Gobbi; "Nuestro Hombre", de Anselmo Alfredo Aieta con versos de Roberto Fermín Torres; "Don Hipólito", de Mario Valdez sobre letra del Dr. León Benarós; "Hipólito Yrigoyen", de Enrique Pedro Maroni; la marcha del violinista Alpidio Bonifacio Fernández "El Parque", "Reelección", de Pedro Mario Maffia... y muchos más.
         Por su parte, Emilio Iribarne y su primo Mario Valdez contribuyeron con: “¡¡Firme en la brecha!!”, autores también de la música de “¡Adelante!”

         Podemos concluir recalcando dos cosas: “¡Adelante!” no está dedicada a Hipólito Yrigoyen. Ya hemos visto que, por el contrario, la partitura fue dedicada al principal opositor del yrigoyenismo, Agustín P. Justo. ¿Quizás los autores se la dedicaron como una especie de afrenta, desafio o burla? Es posible.  Mas la letra en nada está referida a la biografía del lider Radical. Si bien Yrigoyen participó de las revoluciones cívicas de 1890, 1893 y 1905, es obvio que nunca murió siendo adolescente, derribado por un balazo. 
         Tampoco es una marcha partidista, en el estricto sentido del concepto, ya que podría ser empleada por cualquier partido político argentino. Es sin embargo –desde el punto de vista lírico y musical– heredera de otras marchas políticas, que los autores podrían haber utilizado como modelo; por ejemplo, “Radicales”, escrita por el payador Gabino Ezeiza: “Adelante ciudadanos, / sin temor al sacrificio / acudamos al comicio, / siempre unidos como hermanos”; o el tango de igual título compuesto a principio de los años ’20 por Ramón Aguirre (alias El Matrero): “Allá va, con la frente altiva / la muchedumbre gloriosa, / la palanca poderosa / de la franca cerviz erguida. (…)”
Gardel y la política

        Entre tanta ebullición política, Gardel siempre intentó mantener su música y su figura pública fuera de todo encasillamiento partidista, aunque menos aún era una persona "apolítica". En sus inicios tuvo la protección de caudillos conservadores, pero se sabe que también daba actuaciones tanto en comités radicales, como en centros socialistas y aún anarquistas (ideología a la que pertenecían mayoritariamente sus amigos payadores). Era íntimo de Vicente Scarlatto, emisario de Yrigoyen, y al mismo tiempo mantenía contacto con el propio Alvear (por cierto, un gran amante del tango). Se alejó del país en los críticos momentos electorales del ’28 y regresó una vez pasados los comicios. En el interín, Ignacio Corsini populariza el tango “Hipólito Yrigoyen”, de Enrique P. Maroni. Y si el 25 de septiembre de 1930 tuvo el desliz de grabar el tango “¡Viva la patria!” para festejar el derrocamiento de Yrigoyen, tres años después se resarciría grabando “Milonga del 900” de Homero Manzi, en donde se declara “hombre de Leandro Alem", el fundador de la Unión Cívica. En 1912, había compuesto y grabado un estilo dedicado a Bartolomé Mitre, cuando aún resonaban los ecos de su fallecimiento, acaécido seis años antes. Son las únicas alusiones que hizo al radicalismo de manera directa.

Más confusiones con otros autores
         Por si fueran pocas las confusiones con respecto a la autoría de la marcha “Adelante”, algunos la atribuyeron también a José Barros (1915-2007), el más fecundo y versátil de los compositores colombianos, admirador del Zorzal y autor de varios tangos, lo que derivaría en otra serie de hipótesis también injustificadas, ya que este compositor tenía apenas 10 años cuando se grabó la citada marcha.
         Su nombre completo es José Benito Barros Palomino. En su dilatada carrera escribió notables vallenatos, pasillos, cumbias, boleros, y también algunos tangos de gran valía: “Viejo carrusel”, “Cantinero, sirva trago”, “Bandoneón”, “Perdida”, “Mala suerte”, “Trapo viejo”...  


         En Medellín fue testigo de la actuación de Gardel en el Teatro Circo-España, y del accidente aéreo y posterior sepelio. Al respecto relató lo siguiente: “Al llegar vimos dos aviones que estaban en llamas como a 100 metros a la redonda. Uno de ellos era un Scadta, la empresa de aviones de Barranquilla. Al pasar más de dos horas, la noticia fue triste: están todos calcinados, entre ellos Carlitos Gardel. Se me salieron las lágrimas... todavía tenía la imagen de su última presentación. Tengo que conocer la tierra que parió a este gran hombre, pensé en medio de la tristeza.” Visitó por primera vez tierras rioplatenses en 1939.

Colofón 
         El antiguo propietario del único disco de "¡Adelante!", Don Ángel Olivieri, falleció en 2008, a la edad de 86 años (auque quienes lo conocían afirmaban que tenía bastantes años más). Durante su vida logró reunir una de las mayores colecciones dedicadas al tango y a Gardel, convirtiendo su propia casa del Barrio de Agronomía en un museo, con más de mil fotos, dos mil discos, películas, cartas de amor escritas a Isabel del Valle, la galera del film “Tango Bar”, corbatas, telegramas intercambiados con Razzano, cheques, el reloj Longines de oro obsequiado por la firma Geniol, la guitarra con la que Gardel aprendió a tocar, una libreta de portada negra donde el cantor reunió recortes de periódicos bajo el título "Crónica de mi primera gira artística" del año 1913; además de objetos de otros artistas: Charlo, Hugo del Carril, Agustín Magaldi, Azucena Maizani, entre otros. 

         Esos objetos están ahora (2011) en proceso de sucesión, a la espera de ser donados a algún museo, como siempre prometió Olivieri.  

         A día de hoy se desconoce el paradero del disco que contiene la marcha "¡Adelante!".
         Según la leyenda, quien logró copiar y difundir el audio de esa placa única fue una atractiva gardelómana que, durante una audición privada, llevaba un micrófono convenientemente oculto en su generoso escote, a más detalles, en el lado izquierdo. De buena fuente nos hemos enterado de que la susodicha leyenda es apócrifa y que la copia la hizo otro coleccionista gardeliano con quien Olivieri entercambiaba material.

         Las copias son de muy mala calidad, pero gracias a ellas se pudo conocer el contenido de este material inédito del Zorzal.

         Si estamos en lo cierto y la marcha "¡Adelante!" es un homenaje de Gardel al niño de Tacuarí, el 2011, año del bicentenario de su muerte, es el momento perfecto para conocer por fin la grabación original, y que sea difundida en los medios "oficiales", con el sonido restaurado, siendo una ofrenda más, muy importante por provenir del máximo exponente de la canción rioplatense, de modo que pueda ser conocida y escuchada por el gran público. ¿Se imaginan a Gardel sonando en las escuelas?
         Esperamos que con el presente estudio hayamos contribuido con el inicio de ese noble objetivo.

© Marcelo O. Martínez - Todos los derechos reservados. 


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