23 nov 2010

LA CANCIÓN MISTERIOSA Largue a esa Mujica

LARGUE A ESA MUJICA. Tango.
Análisis. Historia. Interpretación. Documentos fotográficos.
Por Marcelo O. Martínez.
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Lectura rápida: los textos resaltados en negritas resumen las ideas principales.


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Voz: Carlos Gardel. Acompañamiento: Guillermo Desiderio Barbieri - José María Aguilar (guitarras). Disco Nº 18283. Matriz 4454 1.  Sello Editor: Odeón Argentina. Fecha de grabación: 08-08-1929.  Lugar: Buenos Aires (Argentina). Total de maquetas grabadas: 3. Publicadas: 1 (3º versión). Música y Letra: Juan Faustino Sarcione (del mismo autor Gardel grabó “Tristeza Gaucha”).

Letra original                                                         Modificaciones de Gardel

Largue Chiesa a esa Mujica
por Souza y por Roncoroni,
y Pratto Coty Spiantoni
porque Passini calor.
Lo Onzari que Battilana,                         [Yo Onzari]
si ha Serrato la Mancini
que si usted Recanattini
tal vez Stábile mejor.

Marassi que yo Bidoglio
que anda con una Peniche.
Y aunque se Fleitas Solich,                      [Soliche]
a quién se lo va a Gondar.
Qu’el qu’es Nóbile, che, Negro,
nunca Settis Gainzarain,
si deja esa Bidegain
pa’ no volver a Beccar.

Tire Cherro esa Ferreira
que si corre Sanguinetti
lo van a dejar Coletti
en la Celta de un penal.
Es inútil que Lamarque
o a lo mejor la Martínez,                          [que la]
si no valdrá que Jiménez
ni que se haga el Sandoval.

Guarda con la Canaveri,
Miranda que en lo Canaro,
si de usted bate un Purcaro
qu’es Cafferata de acción.
Olvide el Carricaberry,
tírese a la Bartolucci...
¡que mejor es hacer Bucci                        [hacer Mutis] (?)
que dársela de Mathón!


     Pieza musical única que encierra uno o varios mensajes ocultos. Ya el propio título tiene doble sentido: “Largue a esa Mujica” significa “Abandone a esa mujer”. Fue escrito por Juan Faustino Sarcione, en homenaje al equipo de Huracán que se consagró campeón de fútbol de la Asociación Amateurs Argentina, coronando así su década más brillante con cuatro vueltas olímpicas (1921, 1922, 1925 y 1928)  y con un plantel que por años se dijo de memoria: Negro o Ceresetto; Nóbile, Pratto; Bartolucci, Federici, Souza; Loizo, Spósito, Stábile, Chiesa y Onzari.  

     En el texto se nombra a casi todos ellos, y a otros más, creando una especie de collage surrealista del deporte y el lunfardo.

     En total aparecen más de cuarenta apellidos, lo cual constituye una muestra elocuente de que Gardel era capaz de musicalizar y dar expresividad hasta a la mismísima guía telefónica. Como diría Sarcione, el autor: ¡Andrade Cantale Almuti!... ¡Cata Díaz Cantona Meggiori! (Traducción: ¡Andá a cantarle al Mudo!... ¡Cada día canta mejor!)


Newbery y Huracán

     Persiste una acalorada e irresuelta controversia acerca de cuál era el equipo favorito de Carlos Gardel. En Uruguay se lo disputan, con más o menos fundamento, las hinchadas de Peñarol y Nacional. En Argentina lo reclaman para sí Rácing, Independiente, Boca y Estudiantes. El cantor comenzó su carrera artística en Avellaneda y La Boca, por tanto mantenía amistad con miembros de esos equipos locales. Asimismo sentía gran simpatía por el equipo de Parque Patricios. Una de las primeras composiciones del dúo Gardel-Razzano fue el estilo “A la memoria de Jorge Newbery” (1914), con motivo de conmemorarse el primer aniversario la muerte del afamado piloto aeronáutico; padrino, presidente honorario y mesenas del Club Atlético Huracán. 

     Cuando Newbery superó el récord sudamericano con el aerostato “Huracán”, en 1909, el club le pidió si podía utilizar como insignia la imagen del globo. El aeronauta les comunicó: “doy mi más completa conformidad esperando que el "team" que lo lleve sobre el pecho, sabrá hacerle el honor correspondiente al esférico que de un solo vuelo cruzó tres repúblicas [Argentina, Uruguay y Brasil].” El Club Atlético Huracán adoptó entonces el globo como distintivo en la camiseta y tras ascender a primera división, la junta directiva envió una carta a Newbery diciéndole: “Huracán ha cumplido. Logró tres categorías, como su globo cruzó tres repúblicas y así satisfacemos su deseo."

     Al principio habían pensado llamarse: "Club Verde Esperanza y No Se Pierde", pero pronto comprobaron que realizar un sello tan largo era poco práctico, amén de caro. Ante el dilema fue el propio imprentero, Don Riccino, quien les sugirió "Huracán", inspirado en la foto del globo en un calendario de 1907 colgado en la pared de su tienda. Esa anécdota parece ser apócrifa pues Newbery importó el referido aeróstato desde Francia recién en 1908. El anterior se llamaba "Pampero".

     Sea como fuere, lo cierto es que el sello decía: "Club El Uracán". El imprentero se negó a rehacerlo. Y como los muchachos carecían de fondos siguieron con ese nombre hasta el 1º de noviembre de 1908, fecha oficial de fundación, cuando deciden comprar un nuevo sello. Esta vez sí controlaron que incluyera la hache.




Gardel, sus guitarristas y Huracán

     Fanáticos declarados de Huracán eran los guitarristas de Gardel, Guillermo Desiderio Barbieri y Ángel Domingo Riverol (que se incorpora al tándem de "escobas" en 1929); siempre llevaban prendido a la solapa el escudo del "Globito", detalle apreciable en algunas fotografías suyas. 

     Barbieri vivía en Parque Patricios, entre La Rioja y Rondeau, a pocas cuadras de la cancha, en ese entonces situada sobre la calle Arenas (hoy llamada Almafuerte). Casi todas las tardes de los jueves pasaban por su casa los jugadores del club para presenciar los ensayos con El Zorzal.
   
     Fue así que en 1925, en vísperas de jugarse el gran clásico Boca-Huracán, Juan Bautista Scursoni (1898-1993) –capitán del equipo– propuso que invitaran al cantor. 

     Según relata el periodísta Eduardo Rafael, la invitación se la hizo Barbieri en presencia de José Rial, compositor nacido en Parque Patricios. Gardel aceptó, fue al estadio –en aquel entonces también de tablones– y en el vestuario dedicó a los atletas el vals "Rosas de otoño", escrito por Rial y Barbieri. Se llevó un banderín de recuerdo y dejó –memora Scursoni–, "unos pesos para que a la noche pudieran festejar el triunfo". Los pesos quedaron en los bolsillos del Negro Pratto, "un manguero viejo".”  

     Ese día, 6 junio, el partido se decidió a favor de los “Quemeros”, gracias a un gol de Stábile. Entonces se derrumbó una parte de las gradas provocando más de cien heridos… Como vemos, un domingo cargado de emociones fuertes.

     En cuanto al banderín con las firmas: “pasó a manos de Barbieri, y de sus manos al estuche de su guitarra, primero, y al más allá, después”, siendo pasto de las llamas en aquél terrible choque aéreo de Medellín. Pocos días antes de subir al avión, Barbieri había escrito una carta dirigida a sus familiares en Buenos Aires; en ella se quejaba porque nadie le informaba el resultado del partido que Huracán había disputado contra Talleres.

Un año de oro para Huracán

     1928 sería el mejor año de Huracán. Tras dos derrotas seguidas en el tramo decisivo del torneo ante los equipos de Avellaneda (1-2 contra Independiente; y 1-3 frente a Racing), Huracán debía vencer a Barracas Central para consagrarse ya que le llevaba un punto a Boca (56 a 55). Se impuso con autoridad: 4-1. Y así completó su década más brillante con un póquer de vueltas olímpicas, con un póquer de gloria. Ese campeonato tuvo el valor agregado de la legitimación definitiva de la Asociación Argentina (la única oficial en tiempos de escisión y divisiones); en los tres primeros lugares culminaron sus tres habituales protagonistas: Huracán, Boca y Estudiantes. Fue, además, la puesta en escena de uno de sus más grandes equipos de todos los tiempos, con figuras de nivel internacional.

     Muchos cultores del canto popular le rindieron su homenaje al club Huracán, "el único porteño, entre tantos gallegos y fifís", según Julián Centeya

     Los hermanos Pedro y Roberto Sassone compusieron el tango “Me elevo a las nubes”, llevado al disco por la orquesta de Juan Guido (“Huracán, / te canto al verso sonoro / porque en la cancha / sos un coloso, / mi canto leal, / cual intenso tesoro, / va el buen deseo / para esos campeones / que te defienden / hasta la muerte”).  

     Hubo varias composiciones más: "El Mortero del Globito", en honor a Herminio Masantonio, tango de F. García Jiménez y E. Padula, grabado por Orquesta Típica Víctor, voz Alberto Gómez  ("Y si tira Masantonio,  / no hay que hacerle. / Ya está el... ¡gol!"); "El sueño del pibe" (menciona a Emilio Baldonedo y Emilio Boyé) obra de Reinaldo Yiso y Juan Puey, grabado por la orquesta de Ricardo Tanturi, canta Enrique Campos. 

     También se utiliza como banda sonora del club, la versión instrumental de "El Huracán", de los hermanos Edgardo y Osvaldo Donato, aunque la letra que incorporara Nolo López ninguna referencia hace al deporte rey.

     Gardel recibe la extraña composición de Juan F. Sarcione, amigo suyo desde la adolescencia. Ninguno de los homenajes al campeón tenían la originalidad de ese tango y El Morocho se decide a grabarlo, sin duda alentado por el fanático Barbieri, pero sabiendo además que se enfrentaba a un gran desafio interpretativo, debido al insólito criterio de la composición.

¡Qué me Contursi!
El uso de apellidos en el lunfardo

     Casi podríamos clasificarlo de primer tango dadaísta, compuesto con palabras “inventadas”. Un calambur en toda regla. Sin embargo, el recurso de utilizar apellidos como juego paronomástico, con formas paragógicas, alargadas por sufijación, es una costumbre habitual en el habla popular, aunque su empleo sea escaso en la canción y en la literatura. Normalmente en el lunfardo encontramos el uso de ciertos apellidos reemplazando palabras que suenan parecidas: Mujica (por ‘mujer’), Cayetano (‘callado’), Solari (‘solo’), Sabiola (‘sabio’), Durañona (‘duro’ o ‘avaro’), Torterolo (tuerto, despistado), Paganini (‘pagador’); Zafaronni (el que ‘zafa’ o escapa de una eventualidad), Afanancio (ladrón’), etcétera. En ciertos casos, si se carece de un apellido apropiado, se lo inventa –por lo general tiene que parecer de origen italiano– : ‘chicatelli’ por ‘chicato’, o ‘sordelli’ por ‘sordo’… El propio Pascual Contursi (letrista de "Mi noche triste" y padre del tango canción) es recordado en la frase muy popular “¿qué me Contursi'”, deformación de: “¿qué me contás?”. 

     Otras veces los apellidos se transforman en adjetivos cuando personajes muy paradigmáticos se convierten en sinónimos de lo que representan para el imaginario popular; de ahí que “Anchorena” fuera sinónimo de ‘millonario’ (reemplazado después por “Onassis”, que empezó como mozo de bar, admirador de Gardel); o que el aviador italiano Antonio “Locatelli” pasara a ser sinónimo de ‘loco’ cuando en 1919 unió el océano Atlántico con el Pacífico en un precario aparato.

     Hasta el propio apellido “Gardel” se utiliza como sinónimo de ‘ganador’, así como “Gardel-Lepera” lo son de ‘unión exitosa’ (curioso que en la memoria colectiva haya perdurado esa dupla en vez de la de “Gardel-Razzano”). 

     Un ejemplo muy arraigado es la palabra “croto” (linyera, vagabundo), tiene su origen en una resolución del gobernador José Camilo Crotto que dispuso que los desocupados que iban a buscar trabajo a las cosechas pudieran viajar gratis en los vagones de carga de los trenes del Ferrocarril Provincial. Al principio la gente decía: “Ahí vienen los de Crotto”, hasta que al final quedó: “Ahí vienen los crotos”. El apellido del inspector Racana, lo usaban los pillos de principios del siglo XX gritando ¡Araca Racana! Así derivó la palabra "Cana", y hoy en día se le conoce como "cana" a toda la policía.

     Tales tipos de recursos del habla popular los captó y comenzó a emplear en sus obras teatrales Alberto Vacarezza, quien construía juegos de secuencias de apellidos para aludir a objetos deteriorados (Pestalardo, Mani-nardo, Cama-rota), o que, en su ruptura interna, permitían crear un suspenso (Roca... tagliata, Mana... corda), o que eran puras invenciones fraguadas sobre su efonía. 

Fuente de inspiración

     Alberto Vacarezza estrenó "El conventillo de la Paloma" el 5 de abril 1929, en el Teatro Nacional, por la Compañía de Pascual Carcavallo. En este sainete aparecían unos diálogos desternillantes entre El Conejo y Don Miguel. Por ejemplo, dice El Conejo (interpretado por Miguel Goméz Bao): "Anda medio Chivanosky desde que se le fue la Mujica. Pero el Bancalari es bastante Roncoroni y donde quiera que la Chiápori se la va dar de Ferreyra pa que corra Sanguinetti". Y Don Miguel (el actor Félix Mutarelli) replica: "¡No hay más Romero que tener Passini! Y cada uno se tira su Lanceroni (...) lo que yo Bidoglio es que Bosio te crees que Villa Crespo es el Paternóster. ¡Ma yo por Usted soy capaz de pelear con uno, cinco, Ceresetto, Ochoa, y hasta Onzari que me traigan! Lo que pasa es que yo Stábile un tipo muy Nóbile y usted no se da cuenta del Carricaberry que tengo"

     Esta jerga, perteneciente al género literario del calambur, acotada al juego de palabras con apellidos, constituye la más que probable fuente de inspiración de "Largue a esa Mujica", la cual fue compuesta por Sarcione entre mayo-julio de 1929. Gardel la llevó al disco el día 8 de agosto. 


     Ambos autores vinculados al espectáculo eran amigos del Zorzal. Sarcione y Gardel se conocían desde la adolescencia. El cantor le grabó, además de "Largue a esa Mujica", el estilo "Tristeza gaucha". Alberto Vacarezza es uno de los compositores con mayor cantidad de canciones llevadas al disco por el Gran Carlitos: trece composiciones.

El mensaje oculto en la canción

     Llevando al extremo las mismas deformaciones de apellidos usadas por Vacarezza, Sarcione creó un mensaje oculto, que nada tiene que ver con el balompié. Un mensaje secreto que admite diversas lecturas. Cual si fueran las Centurias de Nostradamus, la que exponemos a continuación es una de las interpretaciones posibles:

Largue Chiessa a esa Mujica { Abandone, ché, a esa mujerzuela
por Souza y por Roncoroni, { por sosa (sin atractivo) y por roncadora (desganada),
y Pratto Coty Spiantoni { y pronto del cotín (cama) espiántela (échela)
porque Passini calor. { porque pasa calor (vergüenza).

Lo Onzari que Batilana, { ¡Lo ensarta (engaña) qué Batidora! (delatora),
si ha Serrato la Manchini { si hace rato la manyo (la conozco bien)
que si usted Recanattini { que si usted recapacita
tal vez Stábile mejor. { tal vez espabile (se dé cuenta) mejor.

Marasi que yo Bidoglio { Mire, que yo le voglio (le digo)
que anda con una Peniche, { que anda con una pena (mujer arruinada)
y aunque se Fleitas Solich { y aunque se flete solito (crea tener todo encarrilado)
a quién se lo va a Gondar. { ¿a quién se lo va a contar? (a mí no me engaña)

Que el que es Nobile, che, Negro, { Que el que es noble, che negro,
nunca Settis Gainzerain, { nunca se tira a ganzarón (no se hace el desentendido),
si deja esa Bidegain { si deja esa vidurria (vida fácil)
pa’no volver a Beccar. { para no volver a pecar (no cometer el mismo error).

Tire Cherro esa Ferreyra { Tire, che, ese fierro (arma)
que si corre Sanguinetti { que si corre sangre
lo van a dejar Coletti { lo van a dejar cola (mucho tiempo)
en la Celta de un penal. { en la celda de una penitenciaría.

Es inútil que Lamarque { Es inútil que la marque (dejar cicatriz con el cuchillo)
o a lo mejor la Martínez { o a lo mejor que la amasije (la mate)
y no valdrá que Jiménez { y no valdrá que -ella- gima (llore, grite)
ni que se haga el Sandoval. { ni que -usted- se haga el Salvador (la perdone).

Guarda con la Canaveri, { Cuídese de la cana (policía),
Miranda que lo Canaro, { mire que lo calaron (lo descubrieron),
si de usted bate un Purcaro { si de usted batió (delató) un punga (ladrón)
que es Caferatta de acción. { que es -usted- caferata (proxeneta) de acción (armado).

Olvide el Carricaberry, { Olvide ese carro (prostituta vieja),
tírese a la Bartolucci, { tírese a la bartola, (abandone todo rápido, aléjese)
que mejor es hacer Bucci { que mejor es hacer buches (resignarse) *
que dárselas de Mathón. { que dárselas (presumir) de matón (bravucón).


(*) Gardel parece reemplazar Bussi por Mutis, de modo que el sentido sería: "que mejor es hacer mutis (silencio)", en ambos casos el mensaje es el mismo: "mejor retirarse del negocio".

Podríamos inventar un último párrafo con los apellidos de Huracán que quedaron fuera (y algunos más de la misma época) para así cerrar la historia:

Te la están Armando en Ceresetto { Te la están armando en secreto.
¿Genovesse que Solari vas al Spósito? { ¿Qué, no ves que solito vas al depósito?
Si como Adán Loizo por una Minella { Si como Adán lo hizo por una mujer
también Bossio el Máximo Federici { también vos sos el máximo infeliz
que Vico va a recibir los Varallo { que fijo va a recibir los varapalos
y los Tarascone. { y los tarascones (mordeduras).

     El mensaje podría resumirse en que un vivillo le ortiba al caferata que su naifa, piya y cadenera, lo está conduciendo a la ruina, y que va a terminar haciéndole “colchones a la cana”.

     O en palabras más llanas: un proxeneta le aconseja a otro que deje a su actual prostituta, porque ya está vieja, poco atractiva, y además prontuariada. Un cliente que a su vez es un punga, un ladronzuelo, delató a la policía que van armados y roban a los clientes. Entonces, el amigo le apronta a que se separe de su compañera lo antes posible. Eso sí, sin necesidad de recurrir a la violencia o a escándalos. Que mejor es resignarse y buscar otra fuente de ingresos, que correr el riesgo de terminar en un calabozo.

Paralelismo con otro tango

     Es curioso corroborar como el mensaje cifrado se parece al del tango “Aguja brava” (1969), de Edmundo Riviero y Eduardo Giorlandini, quienes en un lunfardo casi igual de críptico relatan lo siguiente:
  En un feca de barrio, un laburante / le ortivaba a un viviyo (…) / Era una naifa piya y cadenera / que andaba con la yuta cabreiroa; / con prontuario a la gurda, sobradora, / y una pintusa de percanta buena. / El, que había sido un liso bien cheronca, / un caferata de tapín y escuela, / perdió su cancha, laburando, ¡oi'dioca!, / de colchonero y refilando tela. / Y así terminó un piola, Aguja Brava, / que por amor quedó cardando lana. / Antes, sacaba tela de las minas / y ahora le hace colchones a la cana.”
  
Una nueva mirada

    Una vez desentrañados los pormenores de la canción es momento de analizar sus aspectos formales y poéticos.
    Al escuchar este tango por primera vez, nos parece cantado en algún dialecto italiano inteligible, del que sólo captamos algunas palabras aisladas. Al conocer el significado "real", comprobamos que Carlos Gardel matizó cada frase, utilizando distintos registros emotivos, según el sentido que corresponde a la oculta narración. Por ejemplo:
      despectivo: "¡Largue Chiesa a esa Mujica!";

      censurador: "Tire Cherro esa Ferreira";
      irónico: "¿A quién se lo va a Góndar?";
      resignado: "Que mejor es hacer Bucci";
      confidente: "Marassi que yo Bidoglio";
      enfático: "Tírese a la Bartolucci" 
      ... etcétera.
      Esos cambios de tonos son los que dan expresividad, fluidez y sentido de diálogo a la canción.

     Sabido es que Gardel necesitaba vestirse con la piel del personaje de cada tema, para poder interpretarlo con sentimiento. Necesitaba "vivir" cada palabra. En este caso, el método que utilizó fue "cantar" pensando en las palabras "reales" camufladas tras los apellidos.

    Sólo un genio como Gardel podía salir bien parado de semejante desafío interpretativo. Pero también debemos reconocer la inmensa labor creativa que tuvo que desarrollar el autor, Juan Sarcione.
 
    En primer lugar, Sarcione consiguió crear una historia coherente a partir del uso de los apellidos de los jugadores de Huracán. ¡Eso ya tiene su mérito! Pero, seguidamente, tuvo que combinarlos de tal forma que rimaran y acompañaran la melodía que él mismo se encargó de componer.

    En tercer lugar, tuvo que explicar a Gardel los fundamentos de su creación, para que el gran cantor fuera capaz de darle la expresividad correcta a cada oración, de manera que todo el conjunto funcionara de forma orgánica, elegante, natural…

    El Mudo una vez más se supera a sí mismo, creando un tangazo con palabras inventadas. Pero hay que reconocer la originalidad y gran talento del compositor, creando una hermosa canción y una letra con notables hallazgos poéticos, como analizamos más adelante.

Los personajes citados

     En cuanto a los personajes que son nombrados en la canción damos algunas breves referencias para aquellos que quisieran seguir investigando. Considérese que hasta la profesionalización del fútbol sus protagonistas han ido cuasi al olvido, por lo que hoy su identificación es, cuanto menos, falible. Tampoco debemos descartar que algunos de los apellidos los "inventara" Sarcione con un mero criterio compositivo sin necesidad de una existencia real de tales personas. En algunos casos pudo tratarse de gimnasta con breve trayectoria, pero que el autor conocía y quiso incluir como homenaje personal.

     Lo que resulta digno de destacar es que la mayor parte de los personajes que sí han sido identificados de forma fehaciente tenían algún vínculo o trato personal con Carlos Gardel. Tal vez por eso decidió volcar su talento en una pieza compositiva tan singular.

     Según su orden de aparición en los versos los protagonistas son los siguientes:

Largue o Large, sin datos.

Chiesa, Ángel Domingo (alias Quileta), delantero izquierdo de Huracán, equipo campeón, 1928/29. Fue el máximo goleador del periodo amateur con cientosiete goles, aunque jugó casi el doble de partidos que el segundo de la lista: Guillermo Stábile. Participó en nueve encuentros con la Selección Nacional. Un sector de la platea Miravé lleva su nombre. Chiessa, J. Antonio, también integró el equipo de Huracán.

Mujica, J., puntero central de Rácing. Otro jugador, Mujica, Manuel Martín, llegaría a ser presidente del Club Atlético Tigre, en 1942.

Souza, Eduardo Horacio, (su verdadero apellido es Sausa); volante-mediocampista izquierdo de Huracán. Salió campeón el mismo año de su ingreso al Club, en 1925. Oriundo de Floresta, había integrado el equipo Del Plata (1923-24), también jugó un año en San Lorenzo (1926). En 1927 retornó al Globo, siendo parte del equipo campeón de 1928. Integró la Selección Nacional. Se retiró en 1931.

Roncoroni, F., fue arquero de reserva en Huracán, y titular en Defensores de Belgrano, luego en Talleres de Escalada. O también Roncoroni, Pascual, fue uno de los fundadores y posterior presidente del Club Atlético Temperley. Formaba parte de una de las familias patricias de la zona. Bajo su presidencia, en el año 1930, el club pudo comprar los terrenos que hasta entonces alquilaba al ferrocarril; o Roncoroni, Juan, designado cónsul argentino por el presidente Julio A. Roca; miembro de la municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires entre 1870 y 1902. Hasta su fallecimiento, en 1937, actuó en el seno de Boca Juniors.


Pratto, Juan Fernando (alias El Negro), defensor izquierdo de Huracán desde 1920 a 1930, equipo campeón, 1928/29, y de las ligas 1921, 1922, 1925, además de obtener la Copa Argentina en 1925. Cuando comenzó el profesionalismo emigró al Genoa de Italia, junto a Stábile y Spósito, donde jugó hasta la temporada 1935-36.




Coty, puede ser referencia a Urbieta Sosa, Constancio, alias Coty ya desde sus inicios en equipos inferiores, hasta que recaló en el Club Tigre. Aunque de nacionalidad paraguaya, se naturalizó argentino y pudo participar en la Selección albiceleste, en el mundial de Italia 1934.  Sosa formó parte de la primera pléyade de cracks paraguayos, llevados a Argentina por el gran Manuel Fleitas Solich, como: Benigno Ramos (1928), Alberto Fleitas Solich (1928), Carlos Ayala (1928), Ceferino "Chipilí" Ramírez (1929)... Entre ellos estaba también su hermano: Fulgencio Urbieta Sosa (1928).


Spiantoni, sin datos. Puede tratarse del jugador Piantoni, Guillermo, mediocampista, nacido en Boavistas, Brasil, el 1 de julio de 1912. Jugó en Brasil e Italia. Participó en el Mundial de Italia 1934, pero no jugó en Argentina de forma oficial. 

Passini, Ceferino Alfredo, comenzó de lateral izquierdo para Rácing en 1926, con trece partidos oficiales y cuatro goles. Luego jugó tres, como delantero en Atlanta, en 1931, y cuatro para Talleres, Remedios de Escalada, en 1936, sin convertir goles. Poco después es convocado por All Boys, siempre como delantero, logrando tres tantos en seis encuentros.

Onzari, Cesáreo Juan, delantero izquierdo, de Huracán. Jugó antes en Almagro, Mitre – institución de fugaz existencia–, pero fue en el “Globo” donde dejó estela de su gran calidad obteniendo cuatro títulos: 1921, 1922, 1925 y 1928/29. Hoy en día, un sector del estadio Tomás Adolfo Ducó, lleva su nombre. Por su parte, en la Selección Argentina, Onzari disputó quince partidos y convirtió cuatro goles. Uno de ellos forma parte de los anales del fútbol mundial por ser el primero en marcar directo desde el tiro de esquina. Se lo bautizó "gol olímpico" por haber sido hecho contra Uruguay, la Selección campeona de los Juegos Olímpicos de París. Ocurrió el 2 de octubre de 1924 en la cancha del Sportivo Barracas, durante un partido doblemente histórico ya que fue el primero en transmitirse por radio. Entre los testigos presenciales de aquél memorable día se encontraba Carlos Gardel.


Battilana, M. y Battilana y Rimazza, A., jugaron juntos en el Liberal Argentino de Villa Crespo, club fundado en 1906 y disuelto en 1933. Con este equipo fueron campeones de división intermedia en 1923, en 1928 volvieron a segunda B y fueron campeones de esa categoría en 1931. Otro de los Battilana, Daniel, fue presidente del Club Defensores de Villa Crespo, fundado en 1900.

Serrato, José, presidente de Uruguay y promotor del llamado “Laudo Serrato”. Debido a la gran reestructura que se realizó al fusionarse la Asociación y la Federación Uruguaya de Fútbol –que se había escindido de la Primera–, en 1926 se interrumpió el Campeonato Uruguayo y para la temporada siguiente se clasificaron para ese torneo los diez primeros de las Series A y B del llamado Campeonato Consejo Provisorio. Pero en 1927 se confeccionó el penúltimo tramo del “Laudo Serrato” y se volvió a jugar el Uruguayo, con esos veinte equipos, lo que deparaba treintaiocho partidos. Esto desembocó en el campeonato más largo de la historia. Añadimos que también existe un Serrato, que fue delantero en Atlanta.

Mancini, sin datos. Tal vez se refiera a Manzini,  Pedro R., guardametas que llegó a formar parte del equipo campeón de River Plate, en 1936.

Recanattini, Humberto Juan (alias Reca), defensor en San Isidro A.C., en Sportivo Almagro desde 1919 a 1931, y a partir de 1932 en Gimnasia y Esgrima de La Plata. Participó diecisiete veces en la Selección, convirtiendo dos goles.


Stábile, Guillermo Antonio (alias El Filtrador), delantero, símbolo de Huracán, equipo campeón, 1928/29. Nacido en Parque Patricios. Goleador en el mundial de 1930. Don Stábile fue, ya de mayor, entrenador de Rácing de Avellaneda y D.T. de la Selección Argentina, durante el Mundial de 1958.


Marassi, Pedro, delantero en Barracas C.S., luego en River Plate, gran goleador –convirtió once goles en treintaidos partidos oficiales–, siendo pareja letal junto con Gondar. Jugó un partido para la selección, en 1928, sin anotar gol.

Bidoglio, Ludovico (alias Vico), leyenda en Boca Juniors. Comenzó como defensa de Palermo K.C. en 1921, y dos años después ingresa a Boca, hasta 1931. Participó treintaicuatro veces en el equipo nacional, saliendo subcampeón en las Olimpiadas de 1928.

Peniche –Penichet–  delantero en River Plate, oriundo de La Plata. Participó en el partido amateur en que pierden seis a cero, contra Boca, su eterno rival.

Fleitas Solich, Manuel (alias Alfagia, El Altísimo, Grone, Solichi, Gran Profesor, El Brujo, Maestro, El Místico, El Gladiador... Gardel le inventa una apodo más: Soliche), destacado volante paraguayo, ídolo también en Argentina y Brasil. Fue campeón dos veces con Club Nacional y tres veces vice-campeón. Con tan sólo dieciocho años, fue Capitán de la Selección de su país, desde 1919 y durante los siguientes ocho años. Ya en 1927 es transferido a Boca Juniors, con el que sale campeón en 1930. En esas fechas sus colegas lo votan como Primer Secretario General de la A.F.A.A., Asociación Futbolistas Argentinos Agremiados. Sufre una grave lesión en 1931 que lo aleja de las canchas para siempre. Dirigió a la albirroja desde 1939. En los sudamericanos de 1947 y 1949 se clasificó vice-campeón, logrando su mayor hazaña como entrenador en Perú, 1953, donde Paraguay es por primera vez Campeón de América derrotando a Brasil. Ese año asume la dirección técnica del Flamengo (que llevaba diez ligas sin obtener títulos) y lo consagra tri-campeón del Campeonato de Río de Janeiro 1953, 1954 y 1955. Luego pasa al Corinthians, al Fluminense y a otros clubes. En Europa, Fleitas Solich dirigió al Real Madrid en la temporada 1959-1960. También fue entrenador de la Selección de Perú, de los clubes argentinos Newell's Old Boys, Quilmes A.C. y de los paraguayos Club Libertad y Club Nacional. Reside en Río de Janiero hasta su muerte, el 24 de marzo de 1984. Su cuerpo fue arrojado a una fosa común.

Gondar, Francisco, ingresó como delantero de River Plate, participó junto con Penichet de la goleada que sufrieron contra Boca, seis a cero; durante ese partido se desmayó al recibir un cabezazo.

Nóbile, Carlos, defensor derecho de Huracán, equipo campeón, 1928/29. Vistió los colores del Globo durante 163 matchs; representó a la Selección Argentina en tres ocasiones, entre 1923 y 1925.

Negro, Rafael, arquero titular de Huracán, equipo campeón, 1928/29.


Settis, Hugo R., volante izquierdo de Huracán, equipo campeón, 1928/29. Jugaba por izquierda, tanto de volante como de defensor. Continuó en el Globo en la etapa del profesionalismo hasta 1933. Luego es convocado por Rácing Club donde jugó cientocincuenta partidos y marcó cuatro goles.

Gainzarain, Enrique, se inició como delantero en Banfield. Se incorporó a Temperley en 1923. Allí fue compañero de Feliciano Perduca, un gran amigo de Gardel, quien luego pasó a Rácing. Junto al "Gallo" Perduca debutó con la Selección Nacional en 1928, y se hizo famoso por errar un gol “hecho” contra Uruguay, durante los Juegos Olímpicos de Amsterdam. Fue su debút y despedida. También formó parte del plantel de River en 1924, y de Ferro Carril Oeste entre 1928 y 1932. En 1933, una huelga del equipo de Gimnasia y Esgrima La Plata –donde había ingresado como suplente– le lleva a formar parte del mítico "Expreso del 33" durante ocho partidos, convirtiendo cinco goles, pasando así a la historia del deporte rey con letras de oro. También hay otro atleta, menos famoso pero con igual apellido: Gainzarain, Héctor Avio, delantero en Independiente. 
Bidegain, Pedro, fue presidente del Club Atlético San Lorenzo de Almagro en los años 1928 y 1930 y Diputado Nacional por la Unión Cívica Radical. Murió en 1933. Carlos Pesce le dedica el tango “San Lorenzo de Almagro”, con música de José Rebolini. Alberto Mastra le dedicó su milonga “Abran cancha”. En 1993 se inaugura el estadio de San Lorenzo, que lleva su nombre.


Beccar Varela, Adrián, director de la Asociación Amateurs Argentina de Football 1920-1926 y 1927-1928. A partir de 1933 se estableció la competición Copa de Honor “Sr. Beccar Varela”.

Cerro –Cherro–, Roberto Eugenio (alias Pancho, Cherrito ó El Apilador), volante-delantero en Boca Juniors; es el segundo máximo goleador: doscientosdoce goles, cifra superada por Martín Palermo, el 2 de marzo de 2010. Jugó como mediocampista en el Mundial de 1930. Le han dedicado varias composiciones, entre ellas: "Cabecita de oro", de Miguel Padula y J. De Prisco; "El Apilador" de Atilio José Scrocchi y B. A. Buzio; "Boca Juniors y sus tres craks" de César Rizzo Corallo... También puede ser referencia de Cherro, Felipe, gran defensor de Sportivo Barracas, equipo en el que debutó Roberto Cherro, en 1926. Felipe y Roberto Cherro jugaron juntos en distintos combinados de la Selección Nacional.

Ferreira, Manuel (alias El Nolo), delantero de Estudiantes de La Plata desde 1924. Jugó en el equipo subcampeón de las Olimpiadas de 1928, y en la Selección entre 1927-1930 marcando once tantos en veintiún encuentros. En 1933 pasó a River donde jugó dos años, marcando quince goles. Dos años después regresó a Estudiantes de La Plata, jugando ochentaiún matchs, y haciendo veintiseis goles. Se retiró en 1936.

Pero también puede tratarse de Ferreyra, Bernabé (alias El Mortero de Rufino); empezó en Tigre en 1927 y fue triple campeón con River Plate, en 1932, 1936 y 1937. Allí jugó hasta 1939 con el increíble porcentaje de ciento ochenta y cinco partidos jugados y cinto ochenta y siete goles convertidos.  La fama de Bernabé Ferreyra fue tal que se filmó “El cañonero de Giles”, una entrañable parodia filmada en 1937, con Luis Sandrini. Otro de sus apódos fue “La Fiera”. Existe al respecto una anécdota, ocurrida en los vestuarios de Rosario, allá por 1933, cuando Gardel llegó para saludarle diciendo:
- ¿Así que vos sos "La Fiera"?
- No, maestro. "La Fiera" es usted cuando canta -respondió sorprendido Bernabé al levantar la vista y ver quién le estaba hablando.
Fuente: El Libro de River, de Diego “Chavo” Fucks.
Nota: En “El cañonero de Giles” se escucha “Marcha del Fútbol”, con letra del director de la película, Manuel Romero, y música del pianista Alberto Soifer. La grabaron posteriormente, entre otros, Francisco Canaro con Roberto Maida, pero no trascendió como “La canción del deporte” (1933), de Antonio Botta y Francisco Lomuto, quizá porque esta última fue durante décadas la cortina de La Oral Deportiva por Radio Rivadavia.

Sanguinetti, Federico L., puntero derecho durante seis partidos en la Unión Talleres-Lanús; luego pasó a Barracas Central, en 1934.

Coletti, Juan Pablo, defensor de C.A. San Isidro. 

Celta, puede tratarse de Cela, Gustavo, defensor de Villa Mitre, Bahía Blanca. Empero, lo más probable es que se refiera al Celta de Vigo, club gallego que, siguiendo el ejemplo del Barcelona F.C., se abocó a una gira por Argentina en 1928, ganando 1-0 el primer partido pero cayendo 0-8 y 0-3 en los demás, todos contra combinados locales. Ya en 1925 el Celta había recibido en casa a Boca Juniors, ganando los visitantes por 3-1. Los dos primeros tantos los hizo Antonio Cerrotti, convirtiéndose en el primer futbolista americano que marcó gol en Europa.

Lamarque, puede tratarse de una errata, por Márquez. O puede tratarse de un guiño amistoso a Libertad Lamarque, la cantante y actriz. Sarcione, autor de la canción, era colega y amigo de la joven. Con ella realizó una gira en 1928 por el interior junto a Pedro Maffia y Miguel Bucino, en la obra “Su Majestad, el tango”, para la cual escribía los sketchs que representaban.

Martínez, Julio, delantero del Club Atlético San Telmo; jugó en el torneo de Intermedia de 1927 y en los Campeonatos de la “B” de 1928 y 1929, totalizando en estos últimos veintinueve partidos con cuatro conquistas.
Nota: Por supuesto que hay otros Martínez que igualmente podrían ser candidatos, como por ejemplo; Martínez, Juan (defensa de Rosario Central); Martínez Vitale, Luis y Martínez Anglese, Luis (ambos de Independiente); Martínez, Norberto (de Tigre), entre otros.
El más famoso fue Martínez, José, de River Plate, que allá por 1916 formó un trío junto a Francisco Canaro y Osvaldo Fresedo. También podría ser un homenaje al socio fundador de dicho club, Martínez, Pedro, quien el día 25 de mayo de 1901 propuso bautizarlo así tras despachar en el puerto unos cajones con la errónea inscripción “For The River Plate” ("Para El Río de la Plata").
Jiménez, Walter Antonio, delantero santiagueño que jugó en Independiente a partir de 1928. También puede tratarse Giménez –con G–, Guillermo, delantero de Platense.

Sandoval, Leonardo, delantero de Quilmes, entre 1927 y 1933. Participó de la Selección Nacional en tres encuentros amistosos, entre ellos el que jugaron contra el F.C. Barcelona, en agosto de 1928. En 1934 jugó dos partidos para Talleres de Remedios de Escalada-Lanús.
Canaveri [Canavery], Soilo, puntero derecho. Debuta en Independiente (1912), pasa a River (1913) y luego a Rácing, siendo campeón en 1914 y 1917. En Boca Juniors ingresa a la historia de la institución por convertir doce goles en treintaidos partidos. Su amigo Alfonso Gagliano le dedica un tango: "Canaveri", compuesto en 1919, tras ganar el campeonato. Dos años más tarde regresó a Independiente logrando dos títulos: los de 1922 y 1926. A pesar de ser uruguayo, se naturalizó y formó parte de la Selección Argentina en tres ocasiones.
Canaveri, Ambrosio, dirigente que dio gran impulso al Club Huracán.
 
 

Miranda, sin datos. Miranda, Juan Carlos, fue un volante que jugó en Rosario Central en 1939.

Canaro, Francisco, apesar de su origen uruguayo, el gran maestro de orquesta fue fanático de los “Millonarios”. En su juventud formó parte de ese equipo, junto José Martínez y Osvaldo Fresedo. Canaro realizó en 1931 el “Himno Oficial” de River Plate, con la voz de Domingo Conte. Grabó con su orquesta típica una versión del tema “Largue a esa mujica” en 1930, disco Nacional Odeón, Nº 4637. Nota: algunos investigadores afirman que nunca figuró el apellido Canaro en la composición original, sino que Gardel canta, lisa y llanamente: "Miranda que lo encanaron".

Purcaro, Gogliardo, boxeador porteño, peso liviano, muy popular y querido. De actuación amateur brillante, aunque fue decayendo su trayectoria. Debutó en el campo rentado el 2 de diciembre de 1926 en el escenario del Parque Romano de la ciudad de Buenos Aires, enfrentando al uruguayo Emanuel Lema. En total peleó cientodiez rounds ganando dieciocho por KO’s.


Cafferata, Tomás, uno de los primeros gimnastas de Rácing. Participó como defensa en la histórica goleada de Independiente “A”, del 16 de agosto de 1908. Aquella vez perdieron nada menos que 11-o.
Nota: también dejamos constancia que podría referirse a Cafferana -con “n”-, Victoriano, hincha de Boca, del cual surge la calificación 'La 12' para su afición; se ganó la parcialidad de Boca Juniors en 1925, con motivo de la gira europea que realizó ese año. Cafferana tiene una marcha propia: "El jugador Nº 12", compuesta en 1945 por Don Filinto.

Carricaberry, Alfredo Demetrio, (alias El Vasco), delantero derecho de San Lorenzo. Goleador en el Torneo Amateur de 1923, con ocho goles, y de 1924, con diez. Integró la Selección doce veces, y fue parte del equipo subcampeón de las Olimpiadas de 1928. Pasó por Huracán (1932), por Ferrocarriles del Estado (1934), Estudiantil Porteño (1935) y después se retiró en Argentinos Juniors (1936), sin buenos resultados.
Y ya que estamos hablando de fútbol y tango, merece recordarse aquí que el ala derecha del San Lorenzo campeón de 1927 estaba integrada por Alfredo Carricaberry y Juan Maglio, este último hijo del mítico “Pacho”, uno de los padres del tango.

Juan Maglio, hijo del mítico "Pacho".

Bartolucci, Juan Pablo (alias El Palomo), mediocampista de Huracán, equipo campeón, 1928/29; jugó también en Sportivo Buenos Aires en 1924, e integró la Selección Argentina en cinco partidos, durante 1924, 1928 y 1929. Su apodo derivó de la insólita forma que tuvo para definir un tanto en una ocasión, en la cual él mismo argumentó que se tiró "como de palomita", dando nombre a esa nueva jugada –de modo tal que la expresión "tirarse a la Bartolucci" se puso bastante de moda, en aquella época–. Luego de actuar en Huracán pasó por Ferrocarriles del Estado (1931) y Sportivo Barracas (1932). Tuvo problemas para seguir jugando durante la etapa profesional, donde sólo probó algunos partidos en Tigre (1933), porque le tildaron de anarquista y comunista por encabezar la huelga que provocó la caída del amateurismo.


Bucci. –Bussi, Alberto y Bussi, José, delanteros del Club Atlético Lanús, que pasarían a la historia del profesionalismo por ser los primeros hermanos en convertir goles en un mismo partido oficial; fue el 7 de julio de 1931, contra Vélez, en la cancha de Villa Luro (marcan un tanto cada uno, a los 6 y 37 minutos respectivamente, y luego José logra un tercero a los 22' del segundo tiempo). La hazaña la volverían a repetir varias veces más a lo largo de ese campeonato. Gardel parece cantar "Mutis", posible referencia a Mutis, Ramón, defensor de Boca Juniors.


Mathón, ningún jugador o dirigente figura con este apellido. Quizás sea referencia a  Mathón, Arturo, payador y cantor nacido en el barrio de La Boca, y “xeneixe” de la primera hora; autor de innumerables temas que en la década del '10 se incorporaron al repertorio de jóvenes cantantes, como el propio Sarcione o Gardel. Nota: algunos suponen que en la letra se utilizó la palabra "matón", sin ser un apellido. Surge aquí la misma duda que con respecto a Lamarque y Canaro. 

     De los jugadores de Huracán campeón 1928/29, han quedado fuera de la canción los apellidos de los suplentes: 
Ceresetto, Armando Fortunato, guardameta;

Federici, Máximo, centrocampista;

Genovesse, L., mediocampista;

Loizo, Adán, centrocampista derecho muy importante, que fue también campeón en 1921, 1922 y 1925; participó en la Selección Nacional doce veces. Un sector de la tribuna Miravé lleva su nombre;


Spósito, Juan Manuel, delantero derecho;

y Vico, Juan Antonio, defensor izquierdo.

Más mensajes ocultos

   Hemos descifrado el mensaje oculto de "Largue a esa Mujica". Ahora que conocemos a los personajes citados, nos aguarda una nueva sorpresa: los párrafos encierran hechos o acontecimientos de la vida real.

   Se trata de mensajes que sólo podían ser captados por muy pocos; son humoradas "internas", destinadas a compartir con los colegas que formaban parte del entorno íntimo de Juan Sarcione y Carlos Gardel.


   Veamos a qué personas y circunstancias se refieren.

Largue Chiesa a esa Mujica
por Souza y por Roncoroni...

En esa época Ángel Chiesa, de Huracán, fue tentado a pasarse a la plantilla de Rácing Club, representado aquí por el veterano Mujica. De modo que el mensaje "interno" sería: "Renuncie Chiesa a esa tentación (Rácing), hágalo por sus compañeros de equipo: Souza (un consagrado) y Roncoroni (la joven promesa)."



Pratto Coty Spiantoni
Vaticina que pronto "El Negro" Pratto se les espianta (se les va) de Huracán, ya que es uno de los primeros jugadores comprados por un equipo extranjero. Fue cedido al Genoa de Italia. Luego le seguirían Stábile y Spósito.


Si ha Serrato la Mancini...
Serrato se transforma en "hace rato", porque con el Laudo que lleva el apellido del presidente de Uruguay se jugó el campeonato más largo de la historia. El nombre y el apodo parecían unidos y predestinados: una caricatura
del ingeniero José Serrato, publicada en Caras y Caretas en 1923, cinco años antes del Laudo, es acompañada por el siguiente epígrafe: "Futuro Presidente del Uruguay. Lo tenemos por culto y muy sensato hace rato a Serrato".


Tal vez Stábile mejor...
Esta frase encierra la opinión de muchos hinchas del Globo: "tal vez Stábile sea el mejor de la historia del Club".


Marassi que yo Bidoglio
que anda con una Peniche.
Y aunque se Fleitas Solich,

a quién se lo va a Gondar...
Aquí el mensaje está muy claro: contrapone dos miembros de Boca (Bidoglio y Fleitas Solich), contra tres de River (Marassi, Penichet y Gondar), quienes se enfrentaron en un clásico con estrepitosa victoria bostera: 6 a 0. De ahí la broma de la Pena (por Penichet) y de ¿a quién se lo va a contar? (por Gondar, y por Marassi).
José Pedro Aresi, quien conoció a Penichet, nos comentó que éste era un gran aficionado a los caballos,  al igual que Sarcione y Gardel. En varios de esos encuentros turfísticos, habrá tenido que sufrir -como el resto de sus compañeros- las soberanas "gastadas" por parte de la barra. La broma continúa, de forma más sutil, dentro de la letra de la canción.

Qu’el qu’es Nóbile, che, Negro,
nunca Settis Gainzarain...

Esta frase quiere decir que si en el equipo se es un Nóbile, un Negro o un Settis, nunca se puede llegar a ser un Gainzarain, capáz de errar un gol "con el arco vacío",  justo cuando Argentina enfrentaba a Uruguay
durante los Juegos Olímpicos de Amsterdam.

Si deja esa Bidegain
pa’ no volver a Beccar...

Al parecer hace referencia a la amenaza de Bigedain, presidente de C.A. San Lorenzo, de retirarse de la Asociación Amateur de Fútbol, presidida por Beccar Varela.

También puede ser una irónica promesa: "Dejar esa vida de burrero, y no volver a Béccar". Béccar es una localidad muy cercana al Hipódromo de San Isidro, en donde Sarcione y Bidegain solían dejar buena parte de sus ingresos, lo mismo que Gardel y Razzano.

Tire Cherro esa Ferreira...

Puede interpretarse como un aliento de Sarcione para que Roberto Cherro logre la titularidad en la Selección Nacional, frente a otro gran delantero: Manuel Ferreira.

Que si corre Sanguinetti
lo van a dejar Coletti
en la Celta de un penal...

Seguramente es una referencia a una anécdota real, ocurrida en uno de los tres encuentros que el Celta de Vigo disputó en Argentina contra un combinado nacional. Un delantero, Sanguinetti, se acerca al área; cometen infracción. Tarjeta roja y penal. La alegría, la "locura" (Coletti) de la hinchada está ahora en el área (celda) de un penal que decidirá el partido contra el Celta de Vigo (Celta). Aquí el autor juega con las palabras celda y Celta, y utiliza los múltiples sentidos del término "penal": tristeza (pena)
, castigo (penitencia), sanción deportiva (penalti), y prisión (penitenciaria). Sin duda, un logro poético de gran nivel.

Guarda con la Canaveri...

Mensaje a la plantilla de Huracán: ¡Cuidado con las nuevas normativas y sanciones disciplinarias dictadas por Canaveri, el exigente directivo del Club! 


Si de usted bate un Purcaro
qu’es Cafferata de acción...

Tal como si le hubiese batido a golpes Purcaro, el boxeador, se habrá sentido Cafferata, luego de que Independiente venciera a su equipo por un
Knock-out total: 11 a 0.

Olvide el Carricaberry...
Mensaje a Huracán: olvidarse de delanteros tan peligrosos como Alfredo Carricaberry, de San Lorenzo. Mejor jugar relajados, sin miedos. La figura del delantero de San Lorenzo era tan popular (y temida) como puede ser la de Messi o Ronaldo, u otras mega estrellas internacionales, y su imagen se utilizaba para promocionar los cigarrillos "43".





Tírese a la Bartolucci...
Hay que jugar como Bartolucci, apodado El Palomo por su insólita manera de tirarse "como una palomita", al cabecear. El mensaje de equipo es: "Ir a por todas", "Salir a ganar y a darlo todo".


Conclusión 

     Como vemos, estamos ante un obra de gran envergadura, por su originalidad y complejidad; destacados méritos que hemos desglosado hasta aquí. 

     “Largue a esa Mujica” sigue siendo un caso singular e irrepetible. 
     Hay otra canción que utiliza un recurso semejante, con letra conformada por nombres de cantores y directores de orquesta: “Ya Berón la Federico que me tengo Bertarelli / que le juro que al Añasco nos iremos a Casal”. En una milonga, “Don Modesto”, cantada por Alberto Cuello, se nombran varios apellidos famosos, presumiendo haberle enseñado a boxear a Monzón, pilotar a Fangio, cantar a Castillo, y así sucesivamente.

     Son los únicos casos con cierta semejanza... ninguno ha alcanzado el status de tema "mítico", como ocurre con la canción que interpretara Carlos Gardel. 
  


© Marcelo O. Martínez - Todos los derechos reservados


Agradecimiento especial al periodísta deportivo Pablo Matías Viviani por su amable asesoramiento. Recomendamos su sitio web: Enciclopedia de Huracán.